viernes, 16 de marzo de 2012

LOS PLACERES DE LA VIDA


¿Se han parado alguna ves a contemplar las olas de la mar o la mirada de un abuelo cuando ve a su nieto?

Créanme, es una sensación tan placentera y con tanta belleza que es de admirar como las olas del mar que no paran de llegar a la orilla. Son miles las que llegan y ninguna es igual, su espuma segun van llegando a la orilla, su sonido, y como van acariciando las costas y a nosotros cuando vamos a la playa. Deténganse un momento y solo lo que tienen que hacer es contemplar las olas, mirar lo precioso de esta naturaleza, esta parte de paraíso en el que estamos y nunca lo hacemos. Es tan satifactorio sentir su olor, aroma, al llegar esas gotas de agua salada a la cara refrescando. Es un placer, el experimentar tantos sentimientos en segundos, parece que el tiempo se para por momentos. Solo estás tu y ese momento de placer de satisfacción que con palabras no se puede expresar. Como mejor se siente es haciéndolo y compartiéndolo  y que ustedes mismos lo valoren y opinen.


Que bonito es ver al abuelo cuando ve a su nieto, esa sensación de alegría, de éxtasis, de placer. Mírales sus ojos y veras lo que les digo,como esas pupilas se dilatan,ese brillo en los ojos que llegaria casi a encandilarte, esa sonrisa tan expresiva y maravillosa. Es una sensación tan emocionante que llega a congojarte, te deja frío, sin palabras, te deja parado, parece que la respiración se te corta, te cuesta volver a coger aire. El corazón bombea tan rápido que parece se va ha salir del pecho y toda esa satisfacción se funde en un gran abrazo y un beso. Percibes tanto amor que llega a emocionarte, se te rallan los ojos, te inundas de lágrimas, pero es maravilloso ver y compartir esa imagen, que me encanta, cuando puedan háganlo y ya me dirán, solo con expresarlo ya se me inundan los ojos de lágrimas. ¡Que bonito es el AMOR! yo solo puedo decir gracias por sentir esos placeres. Gracias DIOS por este PLACER que me has dejado conocer y sentir. GRACIAS, vive con amor y conocerás todos estos placeres sin que te des cuenta.